En un complicadísimo contexto, un grupo de terroristas atacó con armas automáticas y explosivos, a asistentes a un concierto que iba a ofrecer la banda «Picnic» en el Coscus city Hll de Moscú, donde fallecieron, según los primeros informes, alrededor de 40 personas y unas 140 resultaron heridas.
El hecho se da, tras la reelección de Vladimir Putin como presidente de Rusia, país que está en guerra con Ucrania.
Si bien el grupo fundamentalista Estado Islámico (ISIS), se habría djudicado el atentado, todavía se analizan otras posibilidades, ya que no se comprendería bién el móvil de la acción.
Por su parte Ucrania se despegó de lo sucedido y afirmó que en el conflicto bélico, solo tiene en cuenta objetivos militares y por tanto condenó el atentado.
Debe tenerse en cuenta de que hay muchas «manos amasando un pastel», puesto que tanto EE.UU. como los países de la Unión Europea, «ayudan»a Ucrania proporcionando armas y dinero, en lugar de procurar la paz.
Un antecedente que no se olvida, fue el ataque de grupos separatistas chechenos, ocurrido el 23 de octubre de 2002, donde asesinaro a más de 170 personas, muriendo en el ataque todos lo terroristas (alrededor de 50).
Lo cierto es que el temor más profundo es que finalmente se encuentre un «motivo» para desatar una escalada gigantezca, no descartándose incluso el uso de armas nucleares.