(A Federico García Lorca)
Aterrizó en mi infancia
Para luego estallar dentro de la
adolescencia enamorada
Alumbro senderos oscuros
derribando ante estos ojos infinidad
de muros
Recité, canté, bailé
Soñé un mundo mejor sólo a través de él
Hoy, tormenta tras tormenta…
Un demonio dice que lo tenían que
matar
Caigo completamente herida
Amargura y calle, lágrima y Olivo
Si, corazones destrozados
El cielo pronuncia «Federico»
Viajo hacia atrás
Llego a Granada encanguentada
Lo veo arrestado…asesinado…
enterrado
Demasiados campos castigados
Memorizo todas las maldiciones
Por ejemplo libros abiertos con gotas
rojas sobre ellos
Rezo sin dejar de llorar
aunque cietas sombras repitan «no está»…
Yo lo siento VIVO en mi corazón que
ya es un altar.
Pasajera Eterna
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